Síndrome de savant Tweet

Síndrome de savant

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Traducción por: Julio S.

Tal vez usted ha visto la película Rain Man, en la que Dustin Hoffman interpreta a un hombre autista cuya capacidad para hacer un seguimiento de las tarjetas que se han jugado permite a su hermano, interpretado por Tom Cruise, ganar una gran cantidad de dinero en el blackjack. Raymond, el personaje de Hoffman, era un savant.

El síndrome de savant, una inusual combinación de retraso mental y genialidad, es una condición que permite a un individuo cuyo nivel de inteligencia general es muy baja, realizar ciertas hazañas mentales altamente creativas o difíciles. El término se deriva del término francés para tal persona: idiot savant. (idiot significa "poco informado o ignorante" y savant significa "sabio"). Los savants demuestran altos niveles de rendimiento en una variedad de dominios. Algunos son exepcionalmente dotados en la interpretación musical. Otros pueden identificar el día de la semana correspondiente a una fecha específica en el pasado o en el futuro. Y otros pueden llevar a cabo cálculos complejos en sus cabezas. Arthur es una de tales personas.

""Arthur, ¿cuánto es 6,427 por 4,234?" Arthur volvió la cabeza hacia mí y dijo lentamente pero sin vacilar, "27 millones, 211 mil, 918." Su voz era calma, pero precisa. Sus ojos nunca perdierón su mirada en blanco, y ahora volvió a mirar hacia el espacio, sin ver nada, un impasivo, hermoso niño de 8 años de edad." (Rimland, 1978, p. 69)

Arthur puede multiplicar números de varios dígitos en su cabeza más rápido de lo que usted podría hacerlo en una calculadora, y nunca se equivoca. Sin embargo, su CI es extremadamente bajo.

Alonzo Clemons no es capaz de hablar en oraciones completas, no sabe leer ni contar, y a sus casi 50 años de edad, tiene la capacidad mental de un niño promedio de 6 años de edad. Vive en un centro para personas con retraso mental cerca de Denver, Colorado. Pero Alonso, el genio con retraso, está haciendose un nombre en el mundo del arte, con la creación de esculturas de bronce, que los coleccionistas están comprando con entusiasmo por cientos de dólares cada una, o aun más por piezas especiales. En sólo 4 meses después de su primera exposición, Alonso, el escultor, vendió sus obras por valor de $ 30,000 a través de una galería de Denver.

Otra combinacion rara de genio y bajo coeficiente intelectual es Arnold, quien se identifica como un savant autista. A pesar de que su coeficiente intelectual de 80 es bajo, es demasiado alto para que le permitiera ser considerado retrasado. Arnold trabaja en una tienda de Goodwill, haciendo trabajos de ensamble. Pero su madre lo describe de esta manera:

"Lee y entiende los libros de electrónica y utiliza las teorías en la construcción de dispositivos. Recientemente juntó una grabadora, una luz fluorescente, y un pequeño radio de transistores con algunos otros componentes, dispositivo por el cual la música de la cinta se transforma en energía para la luz y luego de regreso a la música en la radio. Al pasar la mano entre la grabadora y la luz, haciá detener la música. El entiende los conceptos de la electrónica, la astronomía, la música, la navegación y la mecánica. Él sabe una cantidad sorprendente de cómo funcionan las cosas y está familiarizado con terminos técnicos." (Rimland, 1978, p. 70)

El rompecabezas del síndrome savant esta siendo desentrañado poco a poco por los científicos. Por ejemplo, los psicólogos saben desde hace mucho tiempo que la prevalencia de oído absoluto, la capacidad de identificar los tonos musicales con sólo escucharlos, es mayor entre las personas con autismo que en la población general. Recientemente, sin embargo, los investigadores han encontrado que las personas con autismo son más sensibles que otros a los sonidos, y a los cambios en el tono, en general (Bonnel et al., 2003). Por otra parte, los savants que rápidamente pueden determinar las asociaciones de fecha y día en el pasado y futuro, conocidos como calendrical savants, parecen tener una mayor capacidad para calcular y asociar todo tipo de estímulos verbales y numéricos (Cowan et al, 2003;. Pring y Hermelin , 2002). Muchos investigadores esperan que la investigación adicional de los aspectos desconcertantes del síndrome savant conducirá a una comprensión más clara de la inteligencia y la creatividad.

Leido en: The world of Psychology, p. 292-293

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