Lateralidad, Cultura, Genes y Especialización Cerebral
Probablemente has escuchado acerca de las diferencias entre el "cerebro diestro" y el "cerebro zurdo" de algunas personas. Por ejemplo, el "cerebro diestro" es a veces descrito como creativo, mientras que sus homólogos de "cerebro zurdo" se caracterizan por ser lógicos. Estas ideas surgieron de la tendencia de los periodistas a simplificar y malinterpretar los resultados de algunas investigaciónes (Coren, 1993). Esta noción no tiene ninguna base científica, sin embargo, ha servido para realzar el interés público en la especialización hemisférica y las neurociencias en general (Hellige, 1993). De hecho, a pesar de sus funciones especializadas, los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro están siempre en contacto, formando una sola unidad, gracias al cuerpo calloso. Pero la investigación ha demostrado que alguna lateralización de los hemisferios existe, es decir, cada hemisferio se especializa para manejar ciertas funciones.
El hemisferio izquierdo
En el 95% de los diestros y en el 62% de los zurdos, el hemisferio izquierdo maneja la mayor parte de las funciones del lenguaje, habla, escritura, lectura, comprensión del habla y comprensión de la lógica de la información escrita (Hellige, 1990; de largo y Bynes, 2002). Pero relacionar la información escrita a su contexto involucra ambos hemisferios. Del mismo modo, el lenguaje de señas americano (ASL), utilizado por personas sordas, es procesado por los dos hemisferios (Neville et al., 1998). El hemisferio izquierdo también se especializa en las habilidades matemáticas, en particular, el cálculo, y procesa la información en forma analítica y secuencial, es decir, paso a paso. La lógica es principalmente una actividad del hemisferio izquierdo.
El hemisferio derecho
El hemisferio derecho es generalmente considerado como el hemisferio más experto en las relaciones visuales y espaciales. Y la corteza auditiva en el hemisferio derecho parece ser mucho más capaz de procesar la música que en el izquierdo (Zatorre et al., 2002). Al organizar los muebles del dormitorio o darte cuenta de que tu canción favorita es la que se está reproduciendo en la radio, te estas apoyando principalmente en el hemisferio derecho. El hemisferio derecho también aumenta el procesamiento de las actividades del lenguaje del hemisferio izquierdo.
Lateralidad, Cultura y Genes
Dado que hemos estado mencionando los hemisferios derecho e izquierdo, puede que te preguntes si ser diestro o zurdo tiene algo o nada que ver con la especialización hemisférica. Los investigadores han identificado diferencias en los cerebros de zurdos y diestros que sugieren que el proceso de la especialización hemisférica y el desarrollo de la lateralidad puede estar relacionados. En promedio, el cuerpo calloso de los zurdos es 11% más grande y contiene hasta 2,5 millones de fibras nerviosas más que el de los diestros (Witelson, 1985). En general, los dos lados del cerebro están menos especializados en los zurdos (Hellige et al., 1994). También hay evidencia de que el nuevo aprendizaje es más fácil de transferir de un lado del cerebro al otro en los zurdos. (Schmidt et al., 2000).
Ademas, los zurdos tienden a experimentar menos pérdida del lenguaje después de una lesión a cualquiera de los hemisferios. También son propensos a recuperarse pronto, porque el hemisferio intacto asume más fácilmente las funciones del habla. Por otro lado, los zurdos tienden a tener mayores tasas de problemas de aprendizaje y trastornos mentales, tal vez debido a las diferencias en la organización del cerebro (Grouios et al, 1999;. Hernández et al, 1997; Tanner, 1990).
Antes se opinaba que las fuerzas culturales eran responsables de la alta incidencia de diestros. Por ejemplo, en culturas donde hay una gran presión en los niños para la adopción de una preferencia a ser diestros, hay una menor proporción de zurdos que la que hay en sociedades tales como los Estados Unidos, donde es ampliamente aceptada la opinion de que obligar a los niños a ser diestros es perjudicial para su desarrollo (Wilson, 1998). Además, la proporción de zurdos entre las personas mayores en los Estados Unidos es menor que la de los grupos más jóvenes (Porak y Friesen, 2000). Una posible explicación de esta diferencia generacional es que los niños de generaciones anteriores que mostraban una preferencia a ser zurdos eran más fuertemente presionados para cambiar a diestros que los niños nacidos después. Sin embargo, ser diestro sigue predominando, incluso en culturas que son muy tolerantes con los niños zurdos.
Los antropólogos creen que el predominio de ser diestro biológicamente explica la omnipresencia del simbolismo diestro-zurdo de la mitología, el arte y el lenguaje. Los estudios transculturales muestran que ser diestro se caracteriza típicamente como normal, mientras que ser zurdo se asocia, o bien con el mal, o con capacidades exepcionales (Hicks y Gwynne, 1996). Por ejemplo, si examinas una baraja de cartas del Tarot, verás que la justicia es diestra, mientras que el mal es zurdo. Y se nos pide levantar la mano derecha al tomar un juramento de cualquier tipo. Nótese, sin embargo, que la asociación positiva de los zurdos con talento exeptional parece tener algún fundamento real. Los zurdos son más numerosos entre los artistas, músicos y líderes políticos (Wilson, 1998).
De acuerdo con la hipótesis genética, la lateralidad humana es evidente temprano en la vida. Herpper y otros (1990) encontrarón que, de los fetos humanos que observarón, el 94,6% se chupaban el pulgar derecho y sólo el 5,4% se chupaban el pulgar izquierdo. Y si observas cuidadosamente el comportamiento infantil al apuntar, verás que los bebés casi siempre apuntan con su mano derecha (Butterworth et al., 2002). A la edad de 5, una gran mayoría de los niños muestran una preferencia consistente de la mano derecha al manipular objetos.
Algunos neurocientificos creen que la lateralidad es sólo una manifestación de un general "sesgo hacia ser diestro" en el sistema nervioso humano. Incluso los bebés, por ejemplo, tienen más probabilidades de prestar atencion a un objeto que aparece en su campo visual derecho que a uno que aparece a la izquierda (Butterworth et al., 2002). Y más de la mitad de los zurdos manifiestan predominio del lado derecho con respecto a las habilidades motrices que no tienen que ver con las manos, tales como patear (Bourassa et al., 1996). Por otra parte, sólo el 26% de los niños nacidos a dos padres zurdos son zurdos ellos mismos (McManus y Bryden, 1992). Estos hallazgos sugieren que un sesgo hacia ser diestro puede ser una característica basada en la biología de la especie humana entera que tiene una influencia más poderosa sobre la lateralidad que la herencia individual.
The World of Psychology p. 57, 58, 60, 61
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